Los primeros datos de migrantes bolivianos en la Argentina aparecen ya con el primer censo de 1869, sin embargo, el crecimiento importante de esta corriente migratoria comienza a vislumbrarse recién en la década de 1980, en paralelo al aumento de los flujos hacia el área metropolitana. En esta historia de larga duración de la migración de bolivianos hacia la Argentina, observamos elementos específicos de las historias nacionales que influyeron significativamente en la consolidación de este flujo migratorio y en su persistencia en las diferentes etapas históricas, y que provocaron también que se articularan los procesos de movilidad internos en Bolivia con la migración transfronteriza. En el desarrollo de este libro se busca recuperar la historia reciente del proceso de inmigración y asentamiento de la comunidad boliviana en el territorio argentino, al destacar el peso y la importancia que esta tiene tanto en la historia económico-social de Bolivia como en la de la Argentina, en tanto país de destino. Así, se analizan las formas que adopta la articulación entre las condiciones socioeconómicas en las regiones bolivianas de salida y llegada y la experiencia de la inmigración, del trabajo, de la integración y de la identidad –étnica, de clase, de género y generacional–. La investigación se desarrolla en un juego de escalas que rescata el diálogo no solo entre el origen y el destino, sino también entre dimensiones macro y microanalíticas.